Los 12 personajes de la serie que mejor caracterizan los mejor y lo peor de cada estilo. En el mundo real, los líderes son muy diferentes.
Lo mismo sucede en "Juego de Tronos". Cada jugador importante ha tenido su propio estilo de hacer las cosas, desde el Usurpador hasta el Joven Lobo y desde el Pez Negro hasta la Reina de las Espinas. Sin embargo, en su libro Primal Leadership (liderazgo primario), David Goleman (junto con los coautores Richard Boyatzis y Annie McKee) defienden que las personas tienden a encajar en uno de los seis estilos de liderazgo clave. Estos son los personajes de "Juego de Tronos" que mejor ejemplifican el mejor - y el peor - de cada estilo. Lee y piensa cuál sería tu categoría si formaras parte del juego de poder en Poniente y Essos. Advertencia: Spoilers de "Juego de Tronos" a continuación.
1. Liderazgo visionario – bien hecho
2. Liderazgo visionario – mal hecho
Los líderes visionarios no siempre tienen éxito. Tomemos al Rey Tommen Baratheon como ejemplo. Lo único que hace es seguir su "sueño" - es decir, #MakeWesterosGreatAgain (hacer que Poniente vuelva a ser grande) siguiendo estrictamente las creencias de la Fe de los Siete. Después de ser “absorbido” por los Militantes de la Fe, está totalmente convencido de sus creencias y pretende que toda la corte siga su ejemplo. Aunque cree en lo que está haciendo, sigue sin ser un buen líder. Tommen es un idiota débil (y el negligente dueño de un gato - ¿dónde está Ser Pounce durante todo este lío?). Con todo, es un claro ejemplo de que ser el rey no siempre es bueno.
3. Liderazgo del tipo entrenador – bien hecho
Tyrion Lannister es sin lugar a dudas un líder del tipo entrenador. Es un buen oyente y un buen consejero. Es capaz de identificar fácilmente la debilidad de los demás y es muy bueno delegando y trabajando en equipo. Los líderes del tipo entrenador trabajan mejor con las personas competentes y motivadas, que en el caso de Tyrion son Varys, Missandei, y Gusano Gris. Changing Minds revela que el estilo de liderazgo de entrenamiento es el más adecuado cuando "las personas necesitan construir capacidades a largo plazo". Así que, a pesar del pequeño imprevisto en el que los Maestros acaban atacando Meereen, Tyrion hace las cosas bien. Especialmente teniendo en cuenta el hecho de que el último objetivo de Daenerys es recuperar el Trono de Hierro. Por cierto, para eso va a necesitar capacidades a largo plazo.
4. Liderazgo del tipo entrenador – mal hecho
Un mal entrenador acabará pareciéndose más a un micromanager que a un líder. Eso es más o menos lo que sucede con Walder Frey.
Esta pequeño señor está completamente obsesionado con su status. Es incapaz de delegar e intimida a sus seguidores - es decir, su prole de 38 niños más o menos. Además, los líderes del tipo entrenador tienden a no trabajar bien con grandes grupos de personas - como una prole de 38.
5. Liderazgo afiliativo – bien hecho
Como Lord Comandante de la Guardia de la Noche, y ahora como comandante en la Batalla de los Bastardos, Jon Nieve ha demostrado su capacidad de establecer conexiones con otros Hermanos de la Guardia de la Noche y con los Salvajes. Es decir, es verdad que fue asesinado por ello, pero Olly y esos otros viejos cascarrabias eran unos subordinados terribles - no es culpa suya. Con todo, su estilo de liderazgo lo clasifica como un líder afiliativo. Intenta crear armonía y que su equipo sobreviva en situaciones de estrés (que son bastante frecuentes en la serie).
6. Liderazgo afiliativo – mal hecho
Edmure Tully es el claro retrato de un líder afiliativo ineficaz. En su reciente reaparición, sucumbió a las demandas de Jaime Lannister con el fin de evitar una situación de angustia emocional, algo típico de los líderes afiliativos débiles. Para ser justos, la situación de angustia emocional iba a provocar que su hijo, todavía un bebé, fuera catapultado contra los muros de Aguasdulces. Así que no seas demasiado duro con Edmure. Poniente es un sitio muy difícil.
7. Liderazgo democrático – bien hecho
Davos Seaworth no es un noble pomposo. No es ningún hijo afortunado. Antes era contrabandista. Como resultado, Davos no se toma a sí mismo demasiado en serio. El Caballero de la Cebolla es un buen oyente y muy bueno trabajando en equipo, tal y como lo demuestra en su reciente colaboración con Sansa y Jon. Saber escuchar y el trabajo en equipo son los dos componentes fundamentales de un líder democrático, según Value Based Management.
8. Liderazgo democrático – mal hecho
Así que hemos dicho que los líderes democráticos son buenos a la hora de escuchar. Eso no es siempre algo bueno. Lo único que hace Robin Arryn es escuchar. Por desgracia para él y para el valle, escucha los consejos de Meñique, posiblemente el personaje más intrigante de toda la serie. Con todo, Robalito no es nada eficaz, ya que prefiere ser un niño extraño y jugar con halcones.
9. Liderazgo imitativo – bien hecho
Daenerys Targaryen es una líder con unos objetivos muy claros. Solo piensa en esos emocionantes objetivos - ¡cambiar la historia! ¡Quemar a la gente con los dragones! - y espera que su equipo se esfuerce al 100%. Sin embargo, no cuenta con demasiada orientación. Esto la afectaba al principio de la serie ya que permitió que la situación en Meereen desencadenara en un caos. Ahora que está de vuelta de su aventura dothraki, tendremos que esperar y ver si cambia las cosas.
10. Liderazgo imitativo – mal hecho
Pobre Robb. Soñó a lo grande. Alcanzó un montón de metas emocionantes y desafiantes. Pero, al final, no pudo mantenerse centrado. Se dejó llevar por sus sentimientos y todo acabó en un baño de sangre. Ese es el liderazgo 101: No hagas que todos tus ejecutivos acaben asesinados en una boda espeluznante.
11. Liderazgo autoritario – bien hecho
Tywin Lannister fue sin duda un raro ejemplo del estilo de liderazgo autoritario bien hecho. Adoptaba posiciones poderosas, daba instrucciones claras, y tenía muchas expectativas. Tywin era tan frío como el hielo, pero muy eficaz.
12. Liderazgo autoritario – mal hecho
¿Te acuerdas de esos brutos dothrakis de los primeros episodios? Puaj. Eran malos líderes autoritarios, y la prueba viviente (bueno, ya no) de que este tipo de liderazgo no suele funcionar. Exigían una lealtad incuestionable de su horda y no proporcionaban resultados. Tal y como señaló Daenerys, eran hombres pequeños.
Fuente: insider